HOY ES UNA OPORTUNIDAD ÚNICA


Hace unos meses me topé con un cartel que anunciaba una fiesta en uno de los locales de ocio de nuestra ciudad. Su mensaje me llamó la atención. Era sencillo, claro, directo. Decía "hoy es un día único". 

En el tiempo he podido comprobar, gracias en parte a este mensaje, cómo unas pocas palabras pueden esconder valiosas enseñanzas. Convirtiéndose en una llamada de atención ante nuestra errónea percepción de que todos los días son iguales, todas nuestras semanas se parecen como dos gotas de agua o hacemos lo mismo que ayer y haremos lo mismo mañana. Nada más lejos de la realidad. 

Cada día es una nueva oportunidad. Y depende en gran parte de nosotros que hoy y cada día sean un momento único en nuestras vidas; y que esta disposición a disfrutar o degustar cada instante, cada conversación, información o dificultad, nos ayude a ser conscientes de que "nunca nos acostamos sin aprender algo nuevo" como dice el refrán.

Qué fácil es apreciar este carácter "especial" en fechas que todos tenemos marcadas en nuestro calendario personal. Un cumpleaños, aniversario, el día que ocurrió aquello....; lo difícil es estar "atentos" o "en tensión" para descubrir que hoy (un día cualquiera) la vida  tiene un importante mensaje que darte, una cita a la que no puedes faltar, un acontecimiento al que te tienes que enfrentar, una oportunidad de crecer o un momento malo que deberás a comenzar a olvidar lo justo para que no te impida seguir experimentando que cada mañana es un nuevo aprendizaje, un momento de diálogo personal entre el Creador y lo creado. Donde no siempre lo creado, por su misma naturaleza, podrá apreciar el amor y la grandeza de su Creador, ya que para Él "cada uno de nosotros somos también únicos". 

Corremos el riesgo de caminar despistados por la vida, envueltos en una nube de monotonía, cargando demasiadas piedras del pasado y olvidando cada vez más que sólo bastan  unas pocas palabras para hacer vibrar nuestro corazón y despertar esta enorme capacidad de vivir cada día con intensidad y profundidad. Siendo además una herramienta imprescindible para distinguir entre lo que debe dejarse atrás, centrarse en lo que toca hoy y mirar hacia el futuro con esperanza y positividad. 

En tus manos está descubrir y asomarte a esta ventana educativa, aprendiendo esta gran lección para la vida, haciendo realidad esta gran verdad y sus infinitas posibilidades: "Hoy es un día único". 

Una oportunidad única para crecer interiormente; para hacer algo que vas dejando y dejando pasar, para valorar a alguien y decirle cuánto lo amas; para celebrar la amistad; para ser como quieres ser; para darte cuenta de lo mucho que pierdes el tiempo; para no rendirte....para (el resto lo pones tú).


LUGARES ESPECIALES


Hay lugares, rincones o destinos especiales en nuestra vida. Pueden ser espacios conocidos o anónimos. Feos o de ensueño. Porque este carácter "especial" no lo reciben por sus características artísticas ni por el lugar geográfico donde se ubican, sino por la importancia de su significado. 

Quizá muchas personas hubieran preferido vivir los mejores acontecimientos de su vida en un escenario de película, en la torre más alta de Nueva York o el puente más famoso de Italia, rodeados de un ambiente musical. Puede que este deseo se haya cumplido. Pero que no haya sido así, no quita ni una pizca de su significado ni su sentido, al haberlo hecho en un lugar cotidiano o en un sencillo banco público de un parque cualquiera, de una ciudad cuyo nombre olvidarías, si no fuera precisamente en ese cruce de caminos donde se llenó tu vida de sentido. Donde Dios te condujo y hacia donde te invita nuevamente a mirar, para saber de dónde venías y hacia dónde te diriges.

Estos lugares, recuerdan nuestros hitos, los tiempos y las experiencias que van marcando cada paso en este impredecible viaje de nuestra vida. También estos lugares mágicos nos enseñan si algo está ya concluido o aún por desarrollar y terminar. Si hemos puesto toda la fuerza y todo el corazón en el camino que allí elegimos o nos seguimos reservando algo, quizá por miedo al destino, quizá porque algo nos sabe a insuficiente. 

Aprender la gran lección que nos pueden ofrecer estos lugares, es aprender sobretodo de quienes comenzaron allí a compartir con nosotros un tiempo de sus vidas y de su propio viaje. Sembrando desde aquel día un deseo compartido de seguir creciendo juntos en todo e inaugurando un sentimiento de gratitud y responsabilidad más allá de lo imaginable por haber recibido ese gran regalo. O infinitos regalos de amor, respeto, amistad, cariño, comprensión, empatía... También con la tristeza de saber que algún día el viaje acabará y no será nada fácil volver al lugar donde todo empezó. A ese lugar especial, que no por lejano en el tiempo, hay que olvidar.


DIVERSIDAD FUNCIONAL

Muchas veces quisiera aprender a ser fuerte. Sobre todo cuando vienen días grises, repletos de aires de desilusión, lluvia de malas noticias y tiempos gélidos, esos que congelan la vida, dándote la sensación de no avanzar o de no hacerlo sin una dirección. 

Desearía tener la mitad de fortaleza y superación de personas que tienen que batallar diariamente con una "limitación física". Creo que es cierto eso de que cuando a alguien le falta una "función" física, desarrolla otras capacidades y habilidades con más agudeza. Un sexto sentido.

La diversidad funcional nos enseña que el ser humano es capaz de ir más allá de su realidad física; de romper barreras; de construir una sociedad inclusiva, solidaria e igualitaria en derechos y oportunidades. También a mirar la vida con una profundidad distinta, desde el hoy, con realismo pero sin renunciar a metas del mañana. 

Qué lección, conocer de cerca su esfuerzo personal, familiar y profesional, para "situar" o "cuestionar" nuestras prioridades, dificultades o actitudes derrotistas. Qué empuje y motivación, ver la sonrisa de quienes la vida, como buena maestra, a enseñado a mirar con los ojos del corazón, caminar con la mente o razonar con el alma; cuando sin embargo, nosotros nos reconocemos discapacitados o minusválidos para salir adelante con las facilidades que tenemos pero normalmente no valoramos.

El reto más pequeño, supone entonces un gran aprendizaje, que nos empuja nuevamente a creer que no hay imposibles. Que tú mismo construyes tus límites, fronteras y castillos. Que nada es tan importante como vivir con la convicción de saber que lo has dado todo en la carrera. Y poder hacerlo escuchando con emoción los gritos de ánimo de quienes te quieren. 

Quizá para ser fuertes debamos empezar a mirar nuestras debilidades de otra forma.