VERDAD


Que insoportables pueden resultar ciertas verdades para quienes prefieren permanecer ciegos a su luz. Y por consecuencia, quien habla honestamente puede ser tomado por un loco descarado, prepotente revolucionario e incluso por timador sin escrúpulos. 

Merece la pena dejar a un lado los prejuicios y adentrarse un poco más en las profundidades de ese bosque que a veces somos las personas. Porqué dicen lo que dicen, hacen lo que hacen, sienten lo que sienten. Esta aventura de sumergirse en las profundidades del corazón puede darnos la clave para conocer verdaderamente los intereses, sueños, aspiraciones de quien hasta ahora sólo era esa persona de la que me habían dicho esto o lo otro. 

Pues sólo desde una mirada profundamente humana, solidaria y empática se nos revelarán sus cicatrices, aquellas que también forman parte de nuestra historia y de nuestra verdad. 

Nadie está capacitado para juzgar a otra persona; por muy superficial e inocente que sea su juicio. Pues su verdad es inabarcable para los ojos que no la conocen desde dentro. Por ello, también debemos dar gracias a todas esas personas que no tienen miedo de decir la verdad aún a costa de las críticas y que te invitan a entrar en el bosque de sus vidas para que puedas apreciar el inmenso regalo de su verdad.