DE CORAZÓN Y CON CORAZÓN

Qué importante es que aprendamos a hacer las cosas de corazón y con corazón. 

De corazón, como fruto de la generosidad, bondad y sinceridad. 
De corazón, movidos por el Amor.
De corazón, sin mayor interés que el bien, la justicia, la solidaridad. 
De corazón, transmitiendo lo que somos y creemos.
De corazón, conscientes de que no buscamos aplauso ni recompensa.
De corazón, llamados a compartir lo que hemos recibido. 
Con corazón, poniéndonos en el lugar del otro.
Con corazón, sabiendo que el Amor todo lo puede. 
Con corazón, como sinónimo de perseverancia, valentía y pasión.
Con corazón, con delicadeza, ternura, cariño.
Con corazón, como signo de una entrega total.
Con corazón esperanzado. 

AULAS VACÍAS

En pocos días las aulas quedarán vacías. Será casi el final de un año cargado de experiencias.

El calor está acabando con el ánimo y la fuerza de los educadores/as, niños y jóvenes. Pero ya se acerca un merecido y necesario descanso para todos. 

Pero antes, no está demás que hagamos el esfuerzo de aprovechar esos días de aulas vacías para hacer algo de revisión y autocrítica. Y evaluar cuáles han sido los aspectos positivos y negativos de nuestra labor educativa. 

Con el silencio de esas aulas, los equipos directivos podrán realizar un primer boceto del próximo curso. Establecer prioridades, articular medios para corregir errores cometidos, de implementar el equipo docente con nuevas incorporaciones, acometer los horarios... pero sobretodo para encontrar sentido a los desvelos y calentamientos de cabeza que provocan aquellas aulas ahora habitadas por el eco.

Los docentes, ahora más ocupados en tareas administrativas, echarán la vista atrás con la satisfacción de haber dado lo mejor y seguirán mirando hacia el futuro, con preocupación pero con esperanza; con una actitud positiva que nace de su propia vocación educativa de compartir conocimiento donde hay ignorancia, de motivar donde hay desgana y corregir donde hay error.

Las aulas vacías pueden ser sinónimo de descanso pero también del esfuerzo por redescubrir nuestras propias motivaciones y de echar a volar nuestra imaginación para cuando vuelvan a ser aulas llenas de ruido y vitalidad. 

Te invito a que un día de la próxima semana, entres en una de estas aulas vacías y sepas aprovechar la última lección de este curso que quiera transmitirte.  

Que tengas buen verano.